Vulvodinia: qué es y cómo tratarlo

Desde hace unos años recibo, cada vez con mayor frecuencia, pacientes desconcertadas y preocupadas refiriendo un dolor genital que les resta mucha calidad de vida, altera sus relaciones de pareja y que, tras diversos tratamientos, no se soluciona. Acuden porque no tienen un diagnóstico claro y, como es lógico, tampoco un tratamiento útil a lo que se une la incómoda sospecha de que sea algo inventado por ellas mismas  por la razón que sea.
Son pacientes que se quejan de un dolor crónico en la vulva que aparece en cualquier momento y sin un motivo reconocible.

¿Qué es la Vulvodinia?

La Vulvodinia es un  malestar crónico vulvar, que se caracteriza por ardor, picazón, irritación o sensación de “carne viva” y dolor que se acentúa hasta limitar cada vez más las relaciones íntimas con el subsiguiente perjuicio de la convivencia y la autoestima. Estos dos últimos aspectos son los, en la mayoría de ocasiones, obliga a la paciente a consultar. Curiosamente, durante la exploración los ginecólogos lo único que encontramos es dolor porque el aspecto de los genitales y sus secreciones generalmente son normales.

La mayoría de las afectadas suelen ser mujeres que tienen más de 30 años

¿A quiénes afecta la Vulvodinia?

La Vulvodinia existe -hay quienes lo ponen en duda- y se considera que puede ocasionar deterioro de la salud mental, física y reproductiva entre un 4% y 16% del total de las mujeres en alguna época de su vida; la mayoría de las afectadas suelen tener más de 30 años pero también las hay muy jovencitas.

¿Cuáles son las causas por las que se genera la Vulvodinia?

Las causas son desconocidas y llegamos a su diagnóstico después de descartar cosas  más frecuentes como las infecciones o los traumatismos.
Parece ser que no hay una única razón para explicar este cuadro médico, sino que es la suma de múltiples factores: genéticos, inflamatorios, irritativos, nutricionales y emocionales (estrés, educación muy conservadora, etc.).

¿Cuáles son las causas por las que se genera la Vulvodinia?

Una vez se llega a la conclusión de que la paciente tiene una Vulvodinia el primer gesto del médico tratante debe ser tranquilizarla: creerle, explicarle que sus molestias no son producto de su imaginación, sino que son reales y que, como ella, hay tantas que también lo padecen.

Como desconocemos la razón final por la que aparece esta incómoda sintomatología debemos abarcar varios frentes y de allí nacen distintas recomendaciones, por ejemplo, sobre el tipo de ropa interior, la alimentación, los cuidados durante el período menstrual y a veces también la intervención de otro tipo de profesionales como los psicólogos o terapeutas sexuales.

En mi experiencia casi ninguna mejora sin pasar por las manos de un@ fisioterapeuta que le realice electroestimulación de la musculatura pélvica y le enseñe ejercicios para su día a día.

El pronóstico es muy bueno y ¡casi todas mejoran. 

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