Salud y belleza tras el parto

La vida después del parto

Una vez nace el bebé la vida cambia de manera rotunda, especialmente para las que se estrenan como madres; son muchas experiencias nuevas y anheladas pero también aparece la necesidad de recuperar la normalidad física y emocional que teníamos antes del embarazo.

Desde el punto de vista ginecológico hay recomendaciones para este tiempo: primero entender que las siguientes seis semanas tras el parto, tiempo que se llama puerperio o cuarentena, es un periodo de cambios; el cuerpo realiza ajustes hormonales y de otro tipo para devolvernos a nuestro estado previo al embarazo.

¿Qué es lo que más se recomienda tener en cuenta después del parto?

Primero que todo, paciencia. Han sido cambios paulatinos y el retorno también lo será.
Llevar una dieta equilibrada y saludable es fundamental, mucho más si se opta por la lactancia materna. Una alimentación correcta hace todo más fácil: aligera la recuperación del peso corporal y hace que eso que nos aterroriza tanto, como es la caída del cabello, sea menos notoria.

Descansar. Hay que adaptarse al horario y necesidades del bebé pero el descanso es fundamental, de lo contrario la recuperación será más lenta y pueden sobrevenir el desánimo y la tendencia a estados depresivos.

Visitar a la ginecóloga. Se recomienda hacerlo pasadas las primeras 6 semanas tras el parto.
Se hace la revisión ginecológica habitual, se revisa el estado del suelo pélvico y se establecen las pautas contraceptivas. La lactancia da cierta protección anticonceptiva pero no es suficiente; el DIU y los anticonceptivos sin estrógenos son buenas opciones.

En esta visita casi siempre hacemos un «recorderis» de los ejercicios de Kegel para ayudar a recuperar y mantener el suelo pélvico en buenas condiciones.

Retornar a la actividad física. Es una recomendación general pero cada una seguirá sus propias pautas  dependiendo de sus hábitos, sus deseos y  de cómo haya quedado su salud tras el parto.  Sea como sea, caminar y nadar son actividades que casi todas pueden hacer.

¿Y desde el punto de vista estético qué hay para hacer?

Para muchas mujeres, una de las prioridades tanto por estética como por salud es perder esos kilos que se ganaron en el embarazo. Para ello nada mejor que la combinación de una dieta equilibrada con el ejercicio físico. Amamantar también es una buen aliada en este objetivo.

Los cambios hormonales y la fatiga de los últimos meses de embarazo también dejan sus huellas en el rostro, así, las manchas faciales (melasma), el acné y la pérdida de luminosidad  son frecuentes. Para mejorarlos ayudan los sistemas de limpieza e hidratación profunda como el Dermalinfusion y el Nanopore.  La elección de un buen peeling  o de un par de sesiones de resurfacing con láser de CO2 también son excelentes.

¿Y para las estrías?

La aparición de estrías es frecuente y a ninguna le gusta vérselas. Lastimosamente, una vez establecidas su tratamiento es difícil; lo único que parece ayudar es la aplicación de Laser de CO2 cuando las estrías aún son rojizas. Cuando ya son antiguas y se vuelven pálidas el resultado es menos satisfactorio. El Láser de CO2 también es una excelente ayuda para la mejoría estética de las cicatrices hipertróficas tras las cesáreas.

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